viernes, 20 de mayo de 2011

SI YO YA OS LO DECÍA, HOMBRE!!!...

















Hace unos añitos, en el 2008, en mi otro blog que tengo y que he mantenido un tiempo cerrado por falta de eso, de tiempo, comentaba en esta entrada mi punto de vista sobre el arte y la cultura oficial, relacionándolo con el agotamiento de un modo de vida, el nuestro, en el que hemos convertido los medios en fines, y hemos sido primero culpables y luego víctimas de ese agotamiento.

La especulación como motor de nuestra economía (algo en lo que el arte institucional sin duda ha sido vanguardia y precursor para la vida real) ha terminado por crear un estado de descontento generalizado.


La conversión del precio o el valor de cambio creciente en el valor en sí mismo de algo, y la asignación de esas plusvalías a minorías que ostentan, de una u otra manera, el poder, se ha enquistado en una sociedad que, por el camino, ha perdido el resto de valores, encarnados sólo en el valor entendido como PRECIO, siempre creciente...o no.

En el momento en que la especulación como movimiento se ha frenado, y la creación de plusvalías ficticias ha dejado de ser posible, es lógico que todo se resquebraje, y se termine por lo que debió ser el principio, el cuestionamiento de todo este sistema del palo y la zanahoria, en el que el ciudadano sólo era el burro que permitía seguir girando a la noria.


CRECER, el "crecimiento económico", es el gran camelo que nos hemos creído a pies juntillas, el maná que nos han prometido para que este sistema funcionase...y lo ha hecho, pero en el momento en que se ha frenado un poco, está claro quienes son los abocados a menguar y quienes no están dispuestos a dejar de crecer mucho más.

Los dirigentes europeos, incluída la izquierda (al menos la que gobierna) que se dice heredera de los valores del progresismo, se han lanzado a "salvar el capitalismo", a salvar "nuestro modo de vida". No se han planteado que la solución no tiene porqué ser mantener girando esa noria, y que puede haber otros motores que hagan funcionar la máquina, sobre todo a la vista de la evidencia de que este funcionamiento no era justo.


Suelto todo este rollo porque creo que la cultura y el arte tiene algo de culpa en todo esto.

Durante las últimas décadas de viento a favor la cultura oficial e institucional ha imitado el modelo especulativo y de creación ficticia de plusvalía que después ha vuelto como un boomerang a la sociedad, transpasándolo a ámbitos tan sagrados como la vivienda o los alimentos de primera necesidad.

Durante muchos años la actitud del artista oficial ha sido parapetarse en un comodín, supuestamente intelectualizado, la IRONÍA, como una forma de no querer ver las miserias del sistema para no ser excluído de él.

Las teorías y camelos de esa nueva religión que es el "arte contemporáneo" han contribuído a mantener, por un lado, una especie cultura oficial de élite ajena a la sociedad, con una justificación conceptual fuertemente clasista (en virtud de una segregación "intelectual" que no es tal) que está más cerca del fascismo que de lo que se supone que es una sociedad democrática.


Las políticas de (supuesta) protección a la cultura más popular, como las subvenciones y la institucionalización cultural han acabado por hacerla un instrumento inocuo del poder, que ha desactivado completamente la fuerza del pensamiento cultural como motor de cambios.

Las artes se han dedicado a defender causas fáciles, lugares comunes de la moral asumida por todos, poder incluído, pero han pasado de largo por las miserias y los puntos oscuros de un sistema que ahora muchos ciudadanos ponen al descubierto.


Muchos ciudadanos han señalado, HARTOS, esas miserias sobre las que no se han hecho películas ni se han escrito libros, ni han hablado intelectuales.

La cultura ha llegado tarde a estos cambios, pero aún está a tiempo de participar, ni con panfletos ni superioridades éticas ni con la suficiencia moral (o amoral) de la IRONÍA, sino simplemente poniéndose a la altura de la gente, que es donde siempre debió estar la cultura.



La gente, que AHORA es la auténtica vanguardia...ya era hora.







2 comentarios:

Maria Vilar dijo...

Muy interesante, Mariano, muy interesante :D
Biquiños a toda la familia!

Mariano dijo...

Hola, Maria...se los daré...gracias por asomarte a mi blog...y por leer este tostón...